Populares, liberales y ultraconservadores han reprochado hoy en sesión parlamentaria europea al alto representante de la Unión Europea, Josep Borrell, la visita a Rusia de la semana pasada. El socialista ha comparecido después de que una cincuentena de eurodiputados pidieran su dimisión.
En su intervención inicial, Borrell ha defendido el viaje y ha alertado de que el Kremlin intenta «dividir» a la UE. También ha abierto la puerta a imponer más sanciones a Rusia y ha hecho un llamamiento a los estados de la Unión Europea para actuar con unidad.
En su visita a Moscú, Borrell pidió al ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov la puesta en libertad del líder opositor ruso, Alexéi Navalni y una «investigación transparente» sobre las causas del envenenamiento que sufrió el mes de agosto.
A la demanda de Borrell, Lavrov respondió que «los líderes independentistas catalanes están en prisión por organizar un referéndum, una decisión que la Justicia española no ha revocado aunque tribunales de Alemania y Bélgica fallaron en contra». El ministro de Exteriores ruso añadió que, pese a lo que ha pasado «con los catalanes enjuiciados», «España ha defendido su sistema judicial y pidió no dudar de sus decisiones. Esto es lo que queremos que haga Occidente en términos de reciprocidad con el caso Navalni».
Una de las intervenciones más duras de la sesión europea de hoy la ha protagonizado el eurodiputado de JxCat, Carles Puigdemont, quien ha pedido a Borrell que dimita. «No puede ir por el mundo con recetas que no se aplica», ha dicho. El presidente en el exilio ha aprovechado la situación para espetar que la existencia de los presos daña la «credibilidad» de la UE como defensora de la libertad.
Junto con Puigdemont, una cincuentena de eurodiputados han reclamado la dimisión de Borrell por causar «graves daños a la reputación de la UE» con su reacción en la rueda de prensa y en la expulsión de tres diplomáticos europeos. También le han reprochado haber ido a Moscú por «iniciativa propia» y han tachado el viaje de «humillante».
En la réplica, Borrell ha asegurado que no tiene «ningún sentido» el paralelismo que hizo el ministro ruso entre Navalni y los presos independentistas, y añadido: «Están haciendo campaña libremente en Cataluña».
