El excomisario José Manuel Villarejo volvió este jueves por la tarde a la prisión de Estremera (Madrid) después de recibir el alta hospitalaria por parte del Servicio de Neurología del Hospital Gregorio Marañón de Madrid. Sin embargo, su defensa, después de haber hablado vía telefónica con el excomisario, asegura que persiste la sintomatología que provocó su hospitalización.
En este sentido, su abogado, José García Cabrera, ha difundido un comunicado donde subraya que Villarejo aún nota una intensa cefalea, sensación de mareo, gran dolor en la cuenca del ojo izquierdo, visión doble, pérdida de la movilidad del ojo izquierdo y caída del párpado izquierdo que sólo puede levantar con ayuda de la mano.
El comunicado indica que, después de haberle hecho varias pruebas diagnósticas, no se ha podido establecer la causa exacta de las lesiones que tiene, «aunque se relacionan en principio con la hipertensión arterial crónica que padece así como con una situación de estrés profundo y continuado, sin que hasta el momento se haya podido determinar que haya padecido un infarto o hemorragia cerebral pero sí probablemente periférica con afectación de los nervios que permiten la movilidad del ojo y párpado izquierdo y, en menor medida, de la boca».
Por todo ello, García Cabrera ha anunciado que emprenderá «el ejercicio de todas las acciones que sean necesarias para que se realice una investigación, profunda y efectiva, del trato penitenciario recibido».
Sin embargo, su defensa señala que Villarejo sigue manifestando su voluntad de prestar las declaraciones judiciales fijadas para el próximo día 12 de febrero ante el Juzgado Central de Instrucción 6 de la Audiencia Nacional.
