El ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, ha reprochado a la Unión Europea el encarcelamiento de los presos independentistas catalanes después de que el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, haya exigido a su gobierno la liberación del opositor Alexei Navalni. Lavrov recordó que Bélgica y Alemania contradijeron los tribunales españoles en el procesamiento de los líderes del proceso y que, en cambio, «España defendió su sistema judicial».
En una rueda de prensa conjunta con Borrell desde Moscú, el ministro ruso ha pedido que no se cuestione el caso Navalni y subrayó que Rusia no ha hecho nunca comentarios públicos sobre «presuntos decisiones judiciales políticamente motivadas» en la UE. Y acusó Borrell de aplicar «dobles estándares».
Además, ha denunciado que a Rusia se la acusó «sin pruebas» de ayudar en el referéndum del 1-O.
El gobierno español no ha tardado en responder a estas declaraciones. La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, ha dicho a Radio Nacional de España que España es una democracia consolidada y Rusia no lo es.
González Laya recuerda que, según diversos rankings, España es una de las 23 democracias plenas del mundo, mientras que Rusia está en el lugar 124. En este sentido, Rusia ha expulsado tres diplomáticos de Alemania, Polonia y Suecia por haber participado en las manifestaciones de apoyo a Aleksei Navalni, calificadas de ilegales.
El líder opositor ruso está condenado a casi tres años de prisión después de recuperarse de un intento de envenenamiento supuestamente ordenado por el Kremlin.
