LAS CANDIDATURAS DE LAPORTA Y FONT BUSCAN PELEA

En el segundo debate económico, Víctor Font despreció a Jaume Giró con comentarios clasistas

Las cosas se ponen feas en esta campaña entre dos de las candidaturas con más intereses detrás, la de Joan Laporta y la de Víctor Font, este último el aspirante que más tiempo, más dinero y más se juega en un combate que los ha puesto al límite y que amenaza con sacar lo peor de sí mismos. Ayer, sin ir más lejos, en un debate sobre las soluciones económicas organizado por la Cadena SER, Víctor Font mostró ese lado intolerante, soberbio, altivo, maleducado y clasista que se le atisba y adivina desde hace tiempo. 

No lo había exhibido como hasta ayer cuando, en el inicio del debate, se dirigió al representante de Joan Laporta, Jaume Giró, con un aire de desprecio evidente para preguntarle porqué un licenciado en periodismo representaba a Laporta en un debate económico, un terreno en el que Víctor Font se las da de ‘number one’. Tanto es así que, pese a la convocatoria de la SER invitando a los responsables económicos de cada candidatura, la de Sí al Futur estuvo representada por el propio titular, Víctor Font, y no por uno de sus directivos.

Jaume Giró ya acusó en directo de prepotente y del empleo de un tono y mala intención ofensivos por parte de Font, que además adoptó una actitud infantil de cortarle las intervenciones y de provocarlo. Giró le afeó durante el desarrollo de la conversación que le interrumpiera y de hacer de ‘periodista’ en el marco de un ambiente de tensión.

A todo esto, el representante de Toni Freixa, Ramón Artigas, aprovechó el rifirrafe personal entre los otros dos para dejar mucho más claras y definidas su posición y soluciones al drama económico y financiero del Barça, bajando al terreno de la práctica y denunciando en definitiva el juego oculto de las otras dos candidaturas y sus fórmulas alternativas de capitalización de sumo riesgo, como los bonos de Laporta, que multiplica la deuda y son imposibles de devolver, o el Barça Corporate como puerta de entrada a la venta de activos irrecuperables para siempre. El final es el mismo: la conversión en un Barça SA.

Fue al terminar cuando los nervios se desataron, Font siendo interpelado por Giró, que le acusó repetidamente de falta de educación y de mala fe por ese comentario despectivo, además de enviarle recaditos sobre la actitud de sentirse superior a los demás. Font, lejos de rebajar la tensión, intentó provocarlo hasta que sus respectivos equipos consiguieron separarlos, que no calmarlos. Les faltó emplazarse en la calle para otro tipo combate.

Jaume Giró ya le había buscado las cosquillas en un debate realizado el día anterior con invectivas sobre la inconcreción de Font y sus políticas económicas, siendo puntilloso y algo desagradable, iniciando una polémica también pretendida. Ambos, poniendo en evidencia esa evidente búsqueda de un protagonismo personal muy por encima de cualquier interés por colocar en el centro del debate la crisis económica el FC Barcelona, otra constante de ambas candidaturas con marcados intereses de entornos políticos, mediáticos y empresariales.

En este sentido la candidatura de Toni Freixa es la que se sostiene sobre una base social barcelonista real y no comprometida con terceros ajenos y desde luego muy alejada, por no decir absolutamente desligada, de las fuerzas soberanistas que sustentan a las otras dos. También fue la que mostró más realismo (“Toca apretarse el cinturón”) y la que alertó sobre la experiencia de emitir bonos. “Cuando se pusieron en circulación bonos para financiar la construcción del Camp Nou en 1957 el desenlace fue la dimisión de la junta en pleno, la bancarrota por la obligación de devolverlos y la venta desesperada de Luis Suárez al Inter por 25 millones de pesetas para salvar parte del desastre económico”, explicó.

Víctor Font, por su parte, ya tenía el propósito evidente de atacar a Giró por su formación, en apariencia menos especializada en el mundo de la economía, si bien aclaró haber cursado estudios empresariales. En el fondo, sin embargo, ya le había demostrado el día anterior cuáles eran sus planes cuando le había transmitido el deseo de debatir con el propio Joan Laporta y no con alguien, a su entender, de segunda fila. Font pretender sacar a Laporta de la cueva.

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