XAVIER SALA-MARTÍN ATACA DE NUEVO

El ‘profesor’ responsable de la ruina del Barça en 2010 amenaza con pulverizar su propio récord de pérdidas

La sombra de Xavier Sala-Martín ya se adivina en el entorno de Joan Laporta porque necesita a alguien con la desvergüenza y cara dura suficientes para engañar a los socios como en 2010, cuando presentó las cuentas de su último año de mandato. Sin el menor rubor, el entonces tesorero del club, acompañado de Joan Oliver, parte del comando de asalto y posterior liquidación del Reus, salió a afirmar que el ejercicio 2009-10 se había cerrado con unos beneficios de apenas una decena de millones de euros. Lo hizo sin una auditoría y manipulando a su antojo las cuentas.

Para alguien que da clases de economía y que dice tener un prestigio académico sólido debió ser un golpe fortísimo que la auditoria lo dejara por ignorante y embustero. El ridículo fue aún mayor porque tras la asamblea en la que se aprobaron pérdidas de 84 millones de euros -es decir un diferencia de cálculo de casi cien millones- la junta de Laporta impugnó esos acuerdos y esas cifras con el resultado de una sentencia firme de la Audiencia Provincial ratificando la colosal mentira y el intento de burla diseñado por el personaje.

Hoy, tantos años después, parece que Sala-Martín, quien en aquella época no era siquiera el vicepresidente económico, lo que quiere decir que no le tocaba presentar las cuentas, vuelve a actuar como el ‘maestro’ de Laporta. Se nota su mano y su escuela en las declaraciones últimas del candidato emérito, como ya se le conoce, sobre economía: “La situación es muy parecida a la que había el 2003: una deuda muy grande, unos gastos insostenibles y unos ingresos que no pueden compensarlas. Nos encontramos también con la tesorería a cero. Hay que empezar a tomar decisiones ya”.

Palabras que encajarían, aunque se quedarían cortas, con el panorama desolador y la contabilidad arrasada que el tándem Sala-Martín y Laporta, con la inestimable colaboración del pétreo Joan Oliver, dejaron a su paso en el FC Barcelona. Cuando salió del Barça, Laporta no había dejado dinero ni para pagar las nóminas de los empleados, las fichas de los jugadores y una deuda, histórica, que superaba los ingresos. Sigue siendo un récord que están dispuestos pulverizar a poco que les dejen.

Cuando Xavier Sala-Martín ataca de nuevo, el Barça ya puede echarse a temblar.

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