El Govern de la Generalitat ha decidido oficialmente aplazar las elecciones al Parlamento de Cataluña hasta el 30 de mayo. Pere Aragonés ha firmado el decreto para suspender la convocatoria del 14-F tras alcanzar un acuerdo con los partidos, excepto el PSC y el PDeCAT.
El texto del decreto justifica el cambio basándose en los informes de Salud, que sitúan el pico de la tercera ola del coronavirus en las próximas semanas; y habrá que ver si se concreta qué pasa con las candidaturas que se han presentado hasta ahora y las solicitudes de voto por correo.
El mismo Aragonés, que compareció después con la consejera de Presidencia, Meritxell Budó, lo justificaba: «Trasladamos las elecciones el 30 de mayo para que el contexto electoral no coincida con las semanas más difíciles de la tercera ola de la pandemia».
Por su parte, la portavoz Budó explicó que la Comisión Jurídica Asesora ha avalado la opción de «suspender la convocatoria del 14-F y reanudarla cuando las condiciones sanitarias y las medidas adoptadas lo permitan».
En un primer momento, el vicepresidente y los cuatro consejeros que había en el encuentro de la mesa de partidos se han limitado a proponer un plazo de dos meses, de mayo a junio, para aplazar las elecciones. Pero ante la insistencia de los portavoces de los grupos, al final Pere Aragonés ha anunciado el día exacto. La mayoría de partidos lo veían bien, pero los socialistas han propuesto hacerlas en marzo, y los demócratas, en abril.
