Los empleados del FC Barcelona ya saben cómo las gasta Víctor Font cuando las cosas no salen a su gusto. En la primera sesión de validación de firmas su equipo protagonizó escenas de histerismo y de absoluto desprecio hacia las personas que procedían a los diferentes aspectos mecánicos del proceso de entradas de las firmas.
Los nervios aparecieron cuando la resolución de la Junta Electoral le negó las cuatro peticiones planteadas por su candidatura con la intención de aplicar, por no decir cambiar, las reglas del juego previamente consensuadas por los expertos y debidamente reguladas en un documento redactado a los efectos de ordenar el proceso de validación.
Su reacción fue despectiva e irrespetuosa, lo mismo que el tono empleado por su equipo como si de pronto se hubiera destapado una conspiración en su contra. Excesivo teatro, según testimonios, para escenificar una ceremonia de la confusión muy al estilo ‘Trump’, es decir consistente en arrojar sombras, acusaciones, dudas y sospechas sobre cómo validar las papeletas. Finalmente, pidiendo y exigiendo condiciones que a la fuerza debían ser denegadas para luego acusar a la Junta Electoral de colaboracionista con otras candidaturas, especialmente con aquellas que como la de Toni Freixa se ha colado de forma sólida en la recta final. Una intromisión que no está dispuesto a aceptar ni a tolerar porque ese es su talante real tan poco democrático. De hecho, había asegurado que no entraría un tercer candidato porque así se lo decían sus expertos en demoscopia, asesores estadísticos y analistas, añadiendo que si no se cumplía este pronóstico ese tercer invitado lo habría conseguido haciendo trampas.
Toni Freixa ya le ha sugerido que se retracte y pida perdón, a lo que Font ha respondido con una estrategia de ataque feroz para elevar alocadamente los sistemas de validación. También ha dicho Freixa que, por su parte, pueden llamar uno por uno a los 2.822 socios que le han dado su apoyo.
Otra cosa bien distinta son las sospechas generadas por los apuros de Emili Rousaud, entre otras cosas por la negativa de Benedito a entregar las papeletas y las especulaciones derivadas. Hoy se empezará a conocer la legitimidad de ese cuarto candidato cuando se validen sus firmas.
