Adrià Carrasco, el activista independentista que se marchó a Bélgica en 2018 para evitar ser detenido y declarar en la Audiencia Nacional, ha reaparecido públicamente este lunes en Barcelona en una rueda de prensa con su grupo de apoyo, celebrada ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).
Su retorno tiene lugar después de que un juzgado de Granollers archivara la causa contra este miembro de los CDR, a quien agentes de la Guardia Civil fueron a buscar a casa en el marco de una investigación sobre los cortes de carreteras y la apertura de peajes en la que se le atribuía inicialmente la presunta comisión de delitos de rebelión, sedición y terrorismo.
Mientras que la Guardia Civil no encontró a Adrià Carrasco, otra miembro de los CDR, Tamara Carrasco, llegó a ser acusada de terrorismo, detenida y confinada en el municipio de Viladecans, pero la justicia finalmente la absolvió del delito de desórdenes públicos dos años y medio después de su detención.
El caso pasó al juzgado de Granollers después de que la Audiencia Nacional descartara el delito de terrorismo. Carrasco y su grupo de apoyo siguen atribuyendo la causa a un montaje policial del Estado para criminalizar «cualquier forma de disidencia». Carrasco también afirmó que había elegido «el exilio» porque en España «no tendría un juicio justo».