El expresidente de la Generalitat mantiene el privilegio de ser recibido por las más altas autoridades del Liceo. Jordi Pujol fue uno de los muchos asistentes a una de las funciones de La Traviata, que ha triunfado en el Liceo este pasado mes de diciembre.
Además de ocupar el palco de la Generalitat, Pujol fue acogido con todos los honores por el presidente del Patronato del Liceo, Salvador Alemany, y el director general, Valentín Oviedo, que salieron a recibirle a la entrada, compartieron confidencias y los dos directivos acompañaron al expresidente y a sus tres acompañantes a su localidad, lo cual sólo está reservado a las más altas autoridades.
El Liceo es un consorcio formado por las principales administraciones y del que también forman parte varias entidades financieras, que aportaron dinero para su reconstrucción tras el incendio del 31 de enero de 1994, pronto hará 27 años.
Las instituciones que forman parte son la Generalidad de Catalunya, el Gobierno español a través del Ministerio de Cultura, el Ayuntamiento de Barcelona y la Diputación de Barcelona.
En el patronato se mantiene la exconsejera Irene Rigau en representación de la Generalitat, coincidiendo con la consejera Àngels Ponsa, el concejal del ayuntamiento de Barcelona Joan Subirats o la presidenta de la Diputación, Núria Marín.
