La Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) ha suscrito un comunicado de la Asociación de Prensa de Madrid (APM) donde ampara el trabajo de la periodista Anna Grau y expresa su rechazo a los insultos y amenazas que ha recibido en las últimas semanas. La periodista catalana pidió amparo a las dos entidades de prensa después de los ataques recibidos en las redes sociales por defender el bilingüismo en la escuela catalana y alertar de la fractura de la convivencia en esta comunidad autónoma en un programa de TVE el pasado 23 de noviembre.
Los insultos y amenazas tuvieron su punto álgido después de que publicara un artículo en theobjective.com donde denunciaba que la Plataforma per la Llengua había espiado ilegalmente a los niños de una cincuentena de escuelas catalanas para saber qué lengua hablan cuando salen en el patio.
Entre las personas que han insultado y amenazado a Anna Grau últimamente, hay Beatriz Talegón, excandidata de JxCat en las elecciones europeas y con espacios de opinión habituales en TV3 y El Nacional; Joan Puig, exdiputado de ERC y editor del digital La República, Albano-Dante Fachín, exdiputado de Catalunya Sí que Es Pot, también abonado a las tertulias de TV3 y columnista de El Món; y Jair Domínguez, presentador estrella de los programas diarios de Catalunya Ràdio y TV3, El búnker y Està passant.
Por todo ello, la APM asegura que defiende «siempre el derecho a la libre información y opinión de cualquier periodista, ya sea como informador o como analista”. Asimismo, recuerda que “ningún comentario en ese ámbito puede ser respondido con el insulto o la amenaza por parte de otros periodistas y mucho menos, otros políticos» y señala que «esas estrategias solo buscan la intimidación y autocensura de los periodistas, y el resultado final es una sociedad menos plural y menos libre.”
La APM también subraya que «por muy apasionado o polarizado que pueda ser el debate político, nunca podemos admitir que la ofensa y la amenaza se conviertan en el camino habitual para expresar la discrepancia» y añade que «hay cauces legales para proteger el derecho al honor y exigir una rectificación, es decir, para responder ante lo que se pueda considerar una información inexacta o incluso falsa”.
En el documento que Grau envió a la FAPE y la APM para pedir su amparo, la periodista indica que esta realidad no es nueva en Cataluña y que forma parte de la cotidianidad de muchos profesionales de la comunicación, y que su caso «demuestra la voluntad de imponer a toda España la misma estrategia de acoquinamiento, intimidación, descalificación y cacería política de cualquier voz disidente, con más saña cuanto más incapaz es de confrontar sus argumentos y razones».
Anna Grau ha anunciado en un tuit que llevará su denuncia a organismos europeos de defensa de la libertad de expresión y ha ofrecido su correo electrónico [email protected] como puente de denuncia de quienes sufran, como ella, amenazas o insultos por el ejercicio de la libertad de expresión. El Col·legi de Periodistes de Catalunya aún no se ha pronunciado sobre su denuncia.