Una abstención elevada puede perjudicar mucho los intereses de los socialistas de llevar a la Presidencia de la Generalitat a su candidato, Salvador Illa. Gran parte de los esfuerzos de la campaña electoral estarán dedicados a movilizar al electorado que el PSC cree que puede apostar por su opción. El 21 de diciembre de 2017, en las últimas elecciones al Parlamento, votó casi un 80% del electorado, un techo de participación que no se había alcanzado nunca en unas elecciones autonómicas. Ciudadanos fue el partido más votado en aquellos comicios, consiguiendo 1.109.732 votos. El PSC quedó unos 500.000 por debajo, ya que obtuvo 606.659. La estrategia socialista es intentar que el electorado que Ciudadanos llevó a las urnas hace tres años vuelva a participar en las elecciones pero decantándose ahora por apoyar la candidatura de Salvador Isla.
El Grupo de Apoyo a Illa que ha surgido de las filas socialistas trabajará con la voluntad de combatir el abstencionismo. En Twitter ha superado los 1.500 seguidores en pocos días y ha lanzado una campaña con la imagen de Salvador Illa cuando era un niño, recogiendo una de las frases que dijo al anunciar su candidatura: «Estoy preparado para presidir la Generalitat». Illa, que ha explicado en las redes que siguió las campanadas de Año en la transmisión que hizo el influencer Ibai Llanos, tiene previsto iniciar la campaña el próximo domingo acompañado por el primer secretario del PSC, Miquel Iceta
