Entre el 13 de marzo y el 30 de junio, en los programas con contenido informativo de TV3 se hizo 140 entrevistas a representantes del gobierno (112) o de la administración de la Generalitat (28) y 4 a representantes del gobierno del Estado. Una proporción de 35 a 1. Este dato se incluye en el informe «El tratamiento informativo a TV3 de la pandemia de la Covid-19», elaborado por el área de Contenidos del Consejo del Audiovisual de Catalunya (CAC), que fue aprobado el 23 de diciembre. Obtuvo 3 votos a favor y uno en contra (el del consejero del PP, Daniel Sirera). La consejera socialista Carme Figueras votó a favor pero presentó un voto particular en el que justifica su voto diciendo que el informe es «exhaustivo y correcto con respecto a los datos que aporta sobre el período analizado» pero lamenta que la información global de TV3 «ha difundido, de manera constante, la idea de que las decisiones que tomaba el Gobierno de España eran imposiciones, invadían competencias e, incluso, en demasiadas ocasiones, Madrid era la culpable de que Catalunya no pudiera combatir la pandemia «.
Figueras denuncia que «todas aquellas noticias que procedían del Gobierno catalán, también demasiadas veces, se reproducían sin mirada crítica ni cuestionamiento periodístico. Con honrosas excepciones, todo hay que decirlo». Las retransmisiones de las comparecencias de los gobiernos de Catalunya y España en el periodo estudiado por el CAC supusieron más de 44 horas de emisión de TV3. El gobierno de la Generalitat ocupó el 79% de este tiempo y el del Estado, el 21% restante.
El informe del CAC analiza también las intervenciones relacionadas con la pandemia de los diferentes columnistas y tertulianos de la cadena televisiva. Quien más hizo y más tiempo dedicó a hablar de este tema fue Pilar Rahola. Sumó 37 colaboraciones en los programas Tot es mou y FAQS, con un total de aparición en antena de 8 horas y 6 minutos. Ocupó cuatro horas y media más que Antoni Bassas, periodista y miembro del Consejo Asesor del diario ARA, cinco horas y media más que el periodista especializado en ciencia de La Vanguardia, Josep Corbella, y casi siete horas más que los periodistas Quico Sallés, José Cuní o Carles Francino.
