17-A: No hay pruebas concluyentes de que el imán de Ripoll muriera al explotar el chalé de Alcanar

El Instituto Nacional de Toxicología no avala la tesis policial y judicial y en las pruebas de ADN hechas en Marruecos no se respetó la cadena de custodia
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Los abogados de Javier Martínez, padre del niño de tres años asesinado en el atentado de la Rambla de Barcelona el 17-A, han denunciado contradicciones del sumario de los atentados de agosto de 2017 en la Rambla y en Cambrils. Una de las cosas que más llama la atención es todo lo que está relacionado con las pruebas de ADN, que son las que tendrían que concluir, sin ningún tipo de duda, que la imán de Ripoll está muerto.

Sin ninguna prueba biológica
Sólo tres días después de los atentados, el día 20 de agosto de 2017, el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y Crimen Organizado (TEPOL) del Cuerpo Nacional de Policía, dependiente de la Secretaría de Estado de Seguridad, envió un oficio al Juzgado Central de Instrucción núm. 4 de la Audiencia Nacional, confirmando la muerte de la imán Abdelbaki Es Satty en la explosión de Alcanar, sin que hubiera ninguna prueba biológica que lo corroborara, y basándose únicamente en documentación personal de Es Satty encuentrada entre los escombros del chalé.

El juez de instrucción, en una acta del 22 agosto de 2017, acuerda prisión para los dos miembros de la célula yihadista, Mohammed Houli y Driss Ouakabir, y confirma que el imán de Ripoll está muerto. A partir de aquel momento, ya se mantuvo oficialmente que Es Satty murió en la explosión de Alcanar, a pesar de no tener ninguna constancia biológica. En los sistemas de verificación de ADN se distingue entre muestras "indudables" y "dudosas". En las primeras no hay ningún tipo de duda que se trata de la persona fallecida, porque su ADN se compara, por ejemplo, con el ADN de familiares. En cambio, cuando hablamos de muestras "dudosas" quiere decir que se encuentra una coincidencia con algún resto biológico de la cual no se conoce la procedencia.

La lata de Coca-Cola
En el caso de la explosión de la casa de Alcanar, el Instituto Nacional de Toxicología de Barcelona elaboró una serie de informes para identificar los dos individuos localizados en Alcanar, que identificó como Perfil 1 y Perfil 2. En cuanto al Perfil 1, Youssef Aalla, fue identificado "indudablemente" por la coincidencia con las muestras de ADN de sus hermanos.

En cuanto al Perfil 2, se determina una coincidencia con un perfil genético dudoso registrado en la base de datos. Se trata de dos muestras, una de procedente del recorte de la parte interna del cuello de una túnica chilaba encontrada al piso de Adelbaki Es Satty en Ripoll, y otra muestra de una lata de Coca-cola que era a la furgoneta de la imam. En este caso, las muestras son "dudosas", puesto que no son bastante determinantes para establecer con certeza que los restos biológicos correspondan efectivamente al imam de Ripoll.

El misterio de la chilaba
Cuando al piso de Ripoll se encontró la chilaba, Es Satty prácticamente ya no tenía nada, porque había trasladado sus pertenencias en Alcanar. Esta chilaba aparece descrita a la base de datos de perfiles genéticos como "túnica chilaba de color gris". Pero, al ser intervenida por los Mossos d'Esquadra, fue identificada como "chilaba de color caqui" con la inscripción Al Jarabi No. 56 y con inscripciones en árabe. También se identifica como de color "caqui" cuando la chilaba fue depositada en el Juzgado.

En cambio, en otros informes de los Mossos se la reseña de nuevo como "túnica chilaba de color gris". Esta disparidad de criterios lleva a pensar que podría no tratarse de la misma chilaba. Por otro lado, la talla 56 no se correspondería con la del imán. En cuanto a la lata de Coca-Cola encontrada a la furgoneta de Es Satty podría corresponder a alguna de las otras personas que estaban en la casa de Alcanar, como veremos más adelante.

Sin identificación
Un dictamen biológico del Instituto Nacional de Toxicología de Barcelona, de fecha 19 de diciembre del 2017 (resumen de los informes anteriores), concluye que "en ningún caso dispone nuestro laboratorio de identificación alguna sobre el propietario del Perfil 2".

La jueza de Amposta, en cumplimiento del exhorto del 27 de diciembre del 2017 del Juez Central de Instrucción núm. 4, inscribe el 2 de enero del 2018 la defunción de Youssef Aalla, y hace entrega de los restos a los familiares. El más sorpresivo, desde un punto de vista biológico y jurídico, es que el 29 de enero del 2018 la jueza envía un oficio a los Mossos d'Esquadra pidiendo los datos cumplidos de filiación de Abdelbaki Es Satty para dar trámite a su inhumación.

Enterrado en un cementerio cristiano
Los terroristas muertos en los atentados fueron repatriados a Marruecos para recibir sepultura. En cambio, el cadáver de Es Satty no fue reclamado por nadie y está enterrado al cementerio de Alcanar, en un nicho de beneficencia del Ayuntamiento. Es más que sorprendiendo que nadie reclamara su cadáver, puesto que tenía mujer y nueve hijos en Marruecos, a los cuales enviaba dinero regularmente, y además contaba con un seguro de repatriación de cadáver.

Sin cadena de custodia
A la comisión rogatòria enviada a Marruecos se pedía que se recogieran pruebas de ADN de familiares del imán de Ripoll. En vez de esto, se elabora un estudio pericial genético propio con muestras de ADN de los "presuntos" (cómo ellos mismos indiquen) madre, hermano y una hija de Es Satty. Lo comparan con unas muestras de ADN que no consta en el sumario que hubieran sido enviadas a Marruecos, y con una numeración que no coincide con ninguna de las que aparecen en los informes biológicos y periciales, de manera, por lo tanto, que no se puede garantizar la cadena de custodia.

Las peritos marroquíes concluyen a su informe del 9 de enero de 2018 hecho en Casablanca que existe un vínculo biológico entre estas personas y Abdelbaki Es Satty, y la respuesta a la comisión rogatòria se recibió en España el 16 de marzo de 2018.

La Audiencia Nacional ha aceptado la comparecencia en el juicio de las facultativas de la policía científica de Casablanca a petición de la defensa de Javier Martínez, pero todos los gastos del desplazamiento irán cargo del padre del niño muerto en la Rambla, por decisión del juez.

Más de tres personas
El día 16 de agosto de 2017, cuando se produjo la explosión del chalé, hubo mucho movimiento en la casa de Alcanar. Mohammed Houli, herido a la explosión, reconoció en el hospital, ante los Mossos, que había cuatro o cinco personas en la casa. Después cambió su versión y dijo que sólo eran tres: él mismo, el imam Es Satty y Youssef Aalla.

Pero otros vecinos de la urbanización afirmaron que había más de tres personas. Por lo tanto, los restos de la persona muerta podrían no corresponder a Abdelbaki Es Satty.

La furgoneta blanca
Houli no fue toda la tarde en la casa, puesto que había ido a vender joyas en Vinaròs con Youssef Aalla. La furgoneta blanca de Es Satty, según Houli, estaba aparcada ante la casa de Alcanar, antes de la deflagración, cosa que un vecino corroboró.

Un testigo vio un hombre un poco grande, con cabello corto y rizado, y barba gris rectangular, de apariencia árabe, conduciendo la furgoneta aquel día. También vieron a un chico magrebí de unos 20 años que accedía en la casa.

A los escombros se encontró una fotografía tipo carné de un hombre que correspondería con la descripción del hombre grande. Dentro de la casa aparecieron dos chilabas, una de la talla 52 y otra de la talla 56, que coincide con la talla de la chilaba de color caqui encontrada en Ripoll, y que podría ser del hombre de la foto.

Otro testigo declaró que ver salir de la urbanización de Alcanar, hacia las 18.30 horas, una furgoneta blanca con un hombre de unos 30 a 35 años que podría ser árabe. Esto lleva a pensar que la muestra de ADN de la lata de Coca-Cola que se encontró a la furgoneta de Es Satty podría ser realmente de alguna otra de estas personas.

En Sant Carles de la Ràpita
Finalmente, otro vecino dijo haber visto una furgoneta blanca como la de la imán salir a toda velocidad justo después de la explosión, y fue localizada días después en Sant Carles de la Ràpita.

Al descartar cualquier otra hipótesis que no sea la versión oficial que el imán de Ripoll está muerto, se han abandonado otras líneas de investigación que podrían ser muy relevantes para desenredar las circunstancias que rodean los atentados. Seguir estas pistas podría hacer dar un giro radical a la investigación.

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