Madí quería controlar al consejero de Interior

El exdirigente de CDC insistía en que Sàmper no tenía que tomar decisiones sin hablar antes con él
David Madí
David Madí, el 2015

Una de las conversaciones captadas por la Guardia Civil durante la investigación que ha dado lugar a la operación Voloh/Volhov, revelada por El Periódico, pone de manifiesto que David Madí pretendía controlar al nuevo consejero de Interior, Miquel Sàmper, y también que el entonces presidente de la Generalitat, Quim Torra, según el mismo Madí, no contaba con el apoyo en sus dos inmediatos antecesores en el cargo.

Madí, en concreto, dijo a Brauli Duart, entonces secretario general de Interior, que había comunicado a Sàmper -que hacía tres días que era consejero- que no tenía que hacer caso a Torra ni tomar decisiones hasta que se reuniera con él y con Duart.

Madí afirmó que estaba al corriente de "las instrucciones" que tenía Sàmper, del que decía que "no sabe nada", "ni siquiera como está el mapa general". Sobre Tora, indicaba que disponía de "seis meses por delante", pero que tenía en contra a "Carles (Puigdemont), Artur (Mas) y Jordi (Sànchez), a mí y a su puta madre, ¿vale? Y el día que se acabe esto hay una avioneta disparada hacia Guantánamo". Consideraba que Torra "ha quemado su cartucho", en referencia a "la putada de las elecciones".

Explicando a Duart qué le dijo al consejero Sàmper, Madí expresaba: "Tú tienes que entender algunas cosas de un mundo que no tienes ni puñetera idea". "Por lo tanto le pedí: tú no hagas nada, te hayan dicho el que te hayan dicho, hasta que hablamos", añadió.

Madí, además, no sólo quiso influir a través de Duart en las decisiones del Procicat sobre la compra de tests serológicos, como publicó El Confidencial. También lo usó como mensajero para insistir al nuevo consejero que no tomara ninguna decisión hasta que no pudieran hablar a fondo, y para trasladarle la conveniencia de no prescindir de la "red histórica".

Aparentemente, Madí se refería a la red que formaría, al menos, con el propio Duart, desde cuando  ambos fueron altos cargos del gobierno catalán durante los últimos años de Jordi Pujol como presidente. Según él, Sàmper la necesitaría porque, si la perdiera, duraría menos "que un caramelo en un colegio de tontos".

Duart, que le comentó que dejaría pronto su cargo en el departamento de Interior para no quemarse, aunque afirmaba que podría seguir asesorando a Sàmper, coincidía con Madí en que tenían que esperar hasta que se celebraran las elecciones –"wait and see"-, y le decía que, a pesar de dejar la consejería, no tenían que tirar "ninguna toalla".

Asimismo, le pedía que, a parte de un encuentro a tres bandas con Sàmper, se encontraran ellos dos "por lo que tu y yo estamos trabajando desde hace mucho tiempo", sin más detalles, según la misma información. Madí, concluye El Periódico, presumía de tener "amenazado" a Sàmper.

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