Miquel Sàmper es consejero de Interior desde el 3 de septiembre. Este abogado licenciado en Derecho y en Ciencias Políticas siempre había querido ser cocinero, pero la influencia materna hizo que se decantara por estudiar derecho en la Universitat Autònoma de Barcelona.
Nacido en Terrassa de una familia procedente de Almería y Melilla, cursó los estudios legales y después hizo carrera como letrado. Llegó a ser el decano del Colegio de Terrassa y presidente del Consejo de la Abogacía de Cataluña, así como impulsor de la Oficina de Intermediación Hipotecaria del Estado español.
Entró en política de la mano de Josep Rull como candidato de Convergència i Unió al Ayuntamiento de Terrassa en 2015, donde obtuvo tres regidores. Pero decidió, contra la postura de su propio partido, que tenía que abstenerse para facilitar la llegada de Jordi Ballart, entonces aspirante socialista, a la alcaldía.
Cuatro años después repitió con la candidatura de los neoconvergentes de Junts per Terrassa. Con una lista liderada por el exconsejero Lluís Puig, Junts per Terrassa perdió en mayo del año pasado uno de los tres regidores y Ballart volvió a ganar las elecciones.
Casado y con cuatro hijos, sus aficiones son el ciclismo y el atletismo, pero lo que más le gusta es la cocina. En diferentes encuentros explica que si no hubiera sido por la insistencia de su madre para que estudiara una carrera universitaria, hubiera sido cocinero.
Ahora, no obstante, como titular de Interior, Sàmper no tiene demasiado tiempo para los fogones y mucho menos con las restricciones del Estado de alarma que tienen que hacer cumplir los Mossos d'Esquadra.
