Mañana miércoles a las nueve y media de la mañana la Audiencia Nacional notificará la sentencia al mayor de los Mossos d'Esquadra Josep Lluís Trapero, a la intendenta Teresa Laplana, a Pere Soler -que era el director general de la Policía- y a Cèsar Puig, que era el secretario general del Departamento de Interior.
El juicio acabó a mediados del mes de junio con una petición de pena de la Fiscalía de diez años de prisión por sedición. A pesar de que la Fiscalía -única acusación en esta causa- también abrió la puerta al tribunal para que los condenaran por desobediencia en caso de que no vieran que hubieran cometido el delito de sedición. La desobediencia es un delito que no lleva asociada ninguna pena de prisión, sino que se castiga con una multa y también con una inhabilitación.
En el caso de la intendenta Teresa Laplana, que se la juzga sólo por los hechos del 20 de septiembre ante Economía, la Fiscalía pide 4 años de prisión en la petición por sedición y una multa inferior en caso de desobediencia.
Los fiscales consideran que el mayor Trapero se había conjurado con los líderes independentistas y que hizo que el cuerpo de Mossos no actuara para impedir el referéndum. Se basan en la investigación de la Guardia Civil liderada por el teniente coronel Daniel Baena.
