El alcalde de Manlleu se lo ha repensado y no dimitirà. Finalmente no dejará el cargo, como anunció que haría el pasado viernes, cuando corrió un vídeo en que salía bebido en un bar de Platja d'Aro. El republicano Àlex Garrido lo ha anunciado a través de un comunicado, después de haber meditado en una estancia en Montserrat.
Garrido dice que a raíz de la movilización que ha habido desde que se diera a conocer el vídeo y anunció que dimitía, ha sido consciente de un apoyo que va más allá del que recibió en las elecciones.
Por eso ha decidido dar marcha atrás y agotar el mandato; alejado del foco mediático, y asegura que no se volverá a presentar como candidato (cómo ya había dicho). El alcalde también propone que se haga una reflexión colectiva sobre los límites de la vida privada de los representantes políticos.