El ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, ha acabado admitiendo que el rey Felip VI no participó en la entrega de despachos de los nuevos jueces en Barcelona la semana pasada porque "había unas razones que desaconsejaban la presencia" del monarca en Cataluña. Campo ha afirmado que la decisión se tomó para velar por "la convivencia" en Cataluña y no calentar al independentismo con la visita del monarca ante la imminència de la sentencia de inhabilitación de Quim Torra y la proximidad del aniversario del 1 de Octubre.
Juan Carlos Campo, en declaraciones a RNE, ha afirmado que "es verdad que el rey no ha ido, creo que había razones que cualquier ciudadano podría entender, no solamente ya por la idea de la seguridad del monarca, no está allá el acento, es elementos de la convivencia", añadiendo que "la imminència de la sentencia, la proximidad del 1 de octubre (…) entonces, creo que el gobierno tiene una obligación de velar, ya no por la seguridad que por supuesto la tiene, pero sobre todo por la convivencia, y por lo tanto si aquel acto se podía hacer unos días después de que no hubiera esta tensión, ¿porqué vamos a generar una tensión?".
En este sentido, el titular de Justicia ha afirmado que el Ejecutivo de Pedro Sánchez intentó que el acto de los jueces en Barcelona se aplazara, pero que el presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Lesmes, no lo quiso. Campo ha asegurado que " hubo un intento de que el acto se aplazara, el presidente del Consejo, que es quien tenía las competencias entendió que no, y este ministro fue allá".
En este contexto, el ministro Campo ha asegurado que a estas alturas "no hay ningún frentismo con la Casa Real, en absoluto", afirmando que "lo que ha habido, una decisión que se tomó efectivamente, que hay que dar una idea de normalidad institucional, porque la normalidad institucional se ha producido". Campo también ha justificado la ausencia del rey en Barcelona en el hecho de que "no podemos olvidar, estamos en medio de unas restricciones importantes" a raíz de la pandemia de la covid-19, y que "el acto, al margen de la ausencia del monarca, en estos términos de una cierta normalidad, dentro de la excepcionalidad también lo ha sido".
