Primera gran derrota del gobierno de PSOE y Unidas Podemos en sede parlamentaria. La cámara baja del estado español ha tumbado el decreto de remanentes de los ayuntamientos que había presentado el gobierno de Pedro Sánchez. Sólo las dos formaciones han votado a favor y se han quedado sólo defendiendo la iniciativa que tenía la intención de quedarse con el superávit de los Ayuntamientos.
El decreto de remanentes de los ayuntamientos establecía un sistema que permitía que los consistorios accedieran en 5.000 millones de sus propios superávits a cambio de ceder al Estado el resto de sus ahorros durante un plazo de 10 años a partir del 2022.
Ni el PNB, ni ERC, ni JxCat, ni Bildu, ni el BNG, ni Compromiso, ni el Partido Regionalista de Cantabria, ni Nueva Canaria, ni Coalición Canaria, han apoyado el texto enviado por el Consejo de Ministros, y tampoco se han abstenido, han votado en contra, de forma que el gobierno español no ha tenido nada que hacer.
Desde la tribuna la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha insistido que el gobierno español ponía en marcha de este modo "el único" mecanismo de que dispone y ha negado taxativamente que el ejecutivo necesite el dinero de los ayuntamientos porque tiene acceso a los mercados para recibir dinero con interés negativo.
El decreto ha recibido duras críticas por parte de los partidos de la oposición, empezando por el PP que lo ha definido como un texto "perverso y discriminatorio", en palabras del diputado Antonio González Terol. "No nos pidan que blanqueamos con nuestro apoyo la traición a los alcaldes", ha afirmado.