La publicación de un artículo de opinión del periodista Joaquín Luna en ‘La Vanguardia’ ha provocado una oleada de indignación en los círculos independentistas de Junts x Catalunya (JxCat). En esta columna, Joaquín Luna hacía una metáfora entre la estrategia “suicida” de Carles Puigdemont, que promueve una “confrontación inteligente” contra el Estado español, con Andreas Lubitz, el empleado de la compañía aérea Germanwings que, el 25 de marzo del año 2015, estrelló el avión que pilotaba contra una montaña de los Alpes franceses.
En este accidente murieron 150 personas. Entre las víctimas había muchos catalanes, puesto que el avión hacía el trayecto entre el aeropuerto del Prat y Düsseldorf. Con posterioridad se supo que Andreas Lubitz, el autor de esta masacre, sufría graves problemas psicológicos.
La comparación que hace Joaquín Luna de Carles Puigdemont con el piloto suicida de Germanwings ha sacado de quicio a los partidarios más acérrimos del ex presidente de la Generalitat, que se han lanzado en tromba en Twitter a denunciar a este periodista de ‘La Vanguardia’ y, por extensión, a su editor, Javier de Godó. El mismo Carles Puigdemont ha hecho un tweet mostrando su indignación por este artículo.
Al hilo de esta polémica, desde las filas independentistas afines a JxCat se está promoviendo una campaña de boicot contra ‘La Vanguardia’ y los otros productos mediáticos del Grupo Godó. De entrada, se exige que les sean retiradas las subvenciones de la Generalitat, que recibe, desde hace años, de manera escandalosamente generosa. Hay que señalar que la adjudicación de las subvenciones a los medios de comunicación es una partida que controla y distribuye el departamento de Presidencia, en manos de Meritxell Budó (JxCat).
Hay indignados con Joaquín Luna que reclaman que sea vetado en TV3, donde tiene una presencia asidua, en especial en el programa FAQs. También hay quienes promueven un boicot activo consistente en dejar de comprar y consumir los medios de comunicación del Grupo Godó (‘La Vanguardia’, ‘Mundo Deportivo’, RAC1…).
Esta campaña recuerda a la que se realizó en 1959 contra el diario ‘La Vanguardia’, que fue promovida por un entonces joven Jordi Pujol, que lideraba el grupo Cristianos Catalanes (CC). En aquella ocasión, el boicot venía provocado por unas palabras pronunciadas por el director de ‘La Vanguardia’, Luis Martínez Galinsoga –“Todos los catalanes son una mierda”-, molesto porque asistió a una misa donde el sermón era en catalán. La crisis acabó con la destitución de Luis Martínez Galinsoga y su sustitución por Manuel Aznar (el padre de José María Aznar).
Con posterioridad, Jordi Pujol y la familia Godó establecieron unos estrechos vínculos de complicidad y ‘La Vanguardia’ se convirtió en el principal apoyo mediático del régimen pujolista. Eso sí, a cambio de recibir centenares de millones de euros en subvenciones, inserciones publicitarias y suscripciones masivas.
