Marta Pascal y David Bonvehí ya han empezado a hablar para ir juntos a las próximas elecciones catalanas. Fuentes conocedoras de las conversaciones han confirmado que interlocutores del Partido Nacionalista de Cataluña (PNC) y del Partido Demócrata (PDECat) ya se han puesto en contacto.
El PNC, liderado por Marta Pascal, podría considerarse una escisión del PDECat, partido que dejó la actual dirigente después de los enfrentamientos con Carles Puigdemont. Al mismo tiempo, el PDECat, continuador de los derechos electorales de Convergencia Democrática de Cataluña, ha visto como las últimas semanas Carles Puigdemont y sus seguidores legitimistas abandonaban el partido en el cual han hecho toda su carrera política (CDC y PDECatT) para crear Junts per Catalunya como partido y no como la marca electoral nacida en diciembre de 2017.
El PNC, con Pascal al frente, ha reivindicado el legado de Convergència. Incluso explicó el proyecto político a Jordi Pujol, el cual lo bendijo, descontento del camino tomado por Puigdemont y Quim Torra. Además, Pujol se ha enfadado porque Torra ordenó que la Generalitat se personara como acusación en el caso del 3% que investiga la Audiencia Nacional.
El PDECat, por su parte, ha visto como desde finales de agosto Puigdemont encabezaba una escisión donde han ido a parar numerosos cargos públicos, con todos los consejeros de la Generalitat, a excepción de Àngels Chacón, la cual se ha mantenido fiel al PDECat. Chacón, además, podría ser la cabe de cartel electoral, puesto que está muy muy considerada en ambientes económicos y empresariales.
A pesar de que Bonvehí mostró la voluntad de seguir sin roturas, Torra ha hecho una remodelación del gobierno catalán para castigar Chacón y el PDECat y ha aprovechado para sacar del gobierno catalán dos figuras que o bien no contaban con el favor del puigdemontisme (Miquel Buch) o bien no han cumplido las expectativas generadas (Mariàngela Villalonga).
Tanto Pascal como Bonvehí son conscientes que presentarse a unas elecciones en dos listas por separado los restaría opciones. Por eso, personas de confianza de ambos ya han empezado a hablar. Las diferencias ideológicas son pocas, lo cual tendría que servir para facilitar una entente en forma de coalición. Ambas formaciones son independentistas, pero huyen de la unilateralidad.
Además, dentro del mundo de la antigua CiU hay otro actor, como es Units per Avançar (que representa a la desaparecida UDC). A estas alturas, están muy alejadas las posturas entre el PNC y Units, y entre PDECat y Units. A pesar de todo, como que ahora parece que las elecciones serán entre noviembre de este año y en febrero de 2021 (esta última fecha sería ahora la favorita de Carles Puigdemont) todavía habría tiempo para avanzar en las conversaciones para reeditar la extinta Convergència i Unió que el proceso arrasó.
