El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) celebra este viernes la última sesión del juicio a los miembros soberanistas de Mesa del Parlament de Cataluña de la anterior legislatura (Anna Simó, Lluís Corominas, Ramona Barrufet y Lluís Guinó) y a Mireia Boya, expresidenta del grupo parlamentario de la CUP.
Los encausados estan acusados de un delito de desobediencia por haber impulsado las resoluciones soberanistas del proceso independentista que previamente habían sido suspendidas por el Tribunal Constitucional. Antes de entrar en la última sesión, Boya ha asegurado en una comparecencia de prensa que "hoy somos miles las que sufrimos la represión de un Estado autoritario."
La Fiscalía pide a los antiguos miembros de Mesa de la cámara catalana y a Boya una pena de un año y ocho meses de inhabilitación y una multa de 30.000 euros, mientras que la Abogacía del Estado solicita lo mismo que el Ministerio Público para los miembros soberanistas del máximo órgano del Parlament y un año y cuatro meses de inhabilitación y una sanción económica de 24.000 euros para la exdiputada de la CUP.
Por otro lado, Vox, que ejerce de acusación particular, retiró finalmente la acusación de organización criminal contra los miembros de la Mesa del Parlament. El partido ultra pedía una pena de hasta 12 años de prisión contra los acusados a pesar de que todo hacía prever que este delito no saldría adelante por la sentencia del Tribunal Supremo.
