Carles Puigdemont, presidente de la Generalitat entre los años 2016 y 2017 y eurodiputado de JxCat, ha mostrado su agradecimiento a su antecesor al frente del gobierno catalán, Artur Mas, que también fue el hombre clave en su elección como presidente, ya que lo propuso como candidato para poder sacar adelante la legislatura en la que el independentismo organizó un referéndum de autodeterminación.
En una entrevista concedida a Vilaweb sobre su libro, M'explico, de la investidura a l'exili, Puigdemont dice de Mas: "Le tengo mucha confianza, porque me lo ha demostrado. Estuvo al lado en los momentos duros. Y se lo agradezco". Seguidamente, afirma que tiene en común con Mas que "públicamente tampoco me he visto posicionarme mucho. No me he prodigado en declaraciones".
"Mas y yo mismo intentamos que todo aquello que representa aquella Convergencia de 1974, que supo aglutinar democratacristianos, socialdemócratas, gente que venía del PSUC e, incluso, algunos del franquismo, se mantenga", reconoce sobre el legado del partido que fundó Jordi Pujol.
"Ni Mas ni yo no somos de romperlo todo. Y los silencios a veces se tienen que interpretar en la línea que no somos gente de romper todo, sino de suma", asegura también en Vilaweb .
En cuanto a su relación con Oriol Junqueras, ha aclarado que había diferencias y desconfianza pero que no eran lo bastante "determinantes" para no poder organizar el 1-O, y que "la confianza política la tenemos que tener siempre". "No hay ninguna cuestión personal aquí", ha añadido.
"Explico que tenemos que ser muy leales con nosotros mismos, y noto que no soy correspondido del mismo modo. Y me preocupa, no tanto por el hecho en sí, sino por aquello que pueda representar para el conjunto. Pero la confianza que me interesaba es la que tuve: la del Primero de Octubre", asegura.
"Quien vaya a un conflicto que sabe que puede causar víctimas sin temores es un irresponsable y un bobo. No lo quería asumir. Hoy podemos decir que tenemos intacto el legado del Primero de Octubre y la razón de haberlo intentado todo para conseguir la independencia, que quizás no la tendríamos si en las espaldas hubiera una mochila cargada de víctimas ", afirma sobre 2017, del que extrae como lección que "cuando el estado español, incluso en momentos tan críticos, habla de negociar, no nos lo tenemos que creer".