Las entidades Aturem la C-32, Rebelión o Extinción, Preservemos el Maresme y Sos Costa Brava han hecho y harán varias acciones este verano para protestar contra la voluntad del Departamento de Territorio y Sostenibilidad catalán de retomar las obras de la ampliación de esta autopista. El 11 de julio del año pasado, el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) suspendió la ejecución de las obras de ampliación de la C-32 desde Palafolls hasta Lloret al considerar que el estudio de impacto en que se basaban incumplía la legislación ambiental.
Las asociaciones ecologistas denuncian que, un año después, el departamento que dirige Damià Calvet, que ya anunció que recurrería la sentencia, está elaborando un estudio informativo y otro de impacto medioambiental que avalen la ampliación de la autopista. Las entidades contrarias a esta ampliación organizaron dos actos simultáneos en Tordera y en Barcelona, este viernes 10 de julio.
En Barcelona, miembros de Rebelión o Extinción dejaron el tronco de un árbol ante la sede del Departamentp de Territorio y Sostenibilidad y mostraron una gran pancarta con el lema "Basta de destruir el territorio". En Tordera, activistas de Aturem la C-32, Sos Costa Brava y Preservemos el Maresme se manifestaron ante la sede de la empresa Dragados, promotora de las obras. La acción en Tordera consistió en la inauguración irónica de una supuesta nueva sede de la Agència Catalana de Natura. "Queremos simbolizar así la doble moral de la Generalitat", explicó Joan Mora, portavoz de Aturem la C-32.
La concesión para explotar la C-32 acaba dentro de un año y los opositores a su ampliación temen que se utilice este hecho para intentar que se alargue el periodo de explotación de la autopista, gestionada por la empresa Abertis. Entienden, además, que las obras de la ampliación destrozarían los bosques existentes entre Palafolls y Lloret y que los cien millones en que están presupuestadas se podrían dedicar a mejorar las carreteras ya existentes y al transporte público en los municipios afectados.
