Los discapacitados denuncian discriminación a la hora de acceder a las playas de Barcelona

Sólo hay tres puntos en toda la ciudad donde pueden disfrutar de un baño de 20 minutos que tienen que pedir con cita previa
Playa adaptada para discapacitados

Si ir a la playa en la desescalada de la pandemia es una misión imposible por las aglomeraciones de gente o distancias de seguridad, hacerlo cuando eres un discapacitado es una pesadilla al cual se ven abocados miles de personas en Barcelona. Para ir a la playa, según plantea el ayuntamiento de la ciudad, es necesario tener cita previa e ir acompañado de un asistente y esto sólo te garantiza un baño de veinte minutos. La presidenta de Mujeres no Estándares, Carme Riu, afirma que "la playa se abre en junio para todos los bañistas pero nuestra playa, la adaptada, ha empezado el primer fin de semana de julio, en tres puntos en toda Barcelona y sólo tres días a la semana, de 11 h a 19 h, eso sí, siempre con cita previa".

Esta normativa restrictiva forma parte de la nueva normalidad que ha implantado la empresa Eulen, quien tiene la contrata del servicio del baño asistido, "tiene la contrata por dos años", explica Riu, "y todo y que hemos advertido al ayuntamiento que no estaba funcionando correctamente, el consistorio se escuda en qué son las normas de la empresa". Carme Riu, que también es coordinadora de la Comisión de Playas para Discapacitados, denuncia pasividad municipal respecto al tema.

Preguntado el regidor de Emergencia Climática y Transición Ecológica del Ayuntamiento de Barcelona, Eloi Badia, que tiene bajo su responsabilidad las playas de Barcelona, remite a una nota de prensa en que se presenta como novedad de este año "las normativas decretadas por la situación sanitaria con el objetivo de garantizar la seguridad sanitaria de los bañistas y el personal técnico y voluntarios de apoyo".

La nota del ayuntamiento añade que "la medida más importante es respetar la distancia de 1,5 metros entre las personas; por lo tanto, el servicio de apoyo al baño dirigido a aquellas personas con movilidad reducida que no pueden acceder al agua de manera autónoma, se prestará bajo la supervisión del personal técnico habitual y con el apoyo de un servicio de asistencia personal de refuerzo por este año, con un aforo limitado del área a 15 personas".

La asistencia en las playas se hará con cita previa a través de un gestor online de reservas a la web del ayuntamiento, una medida discriminatoria según Carme Riu al afirmar que "queremos poder bañarnos cuando y cómo queramos, no 20 minutos con una cita previa. Esto quiere decir tres personas a la vez, es decir unas 20 personas al día. Es totalmente discriminatorio".

Riu avanza que este sábado, 11 de julio, se hará una concentración de personas con discapacidad en la playa para poner de relieve su situación y forzar al ayuntamiento a tomar medidas que obliguen a la empresa Eulen a modificar esta normativa que considera restrictiva.

A guisa de ejemplo, los asistentes de baño, trabajadores de Eulen, se visten con equipos de protección para ayudar a las personas durante el baño, un hecho que ha provocado el enojo de los bañistas con discapacidad que denuncian que "se ponen las batas de protección para poder meternos en el agua, como si nosotros tuviéramos la covid, y encima nos hacen venir con un asistente personal". Riu recrimina lo que califica de falta de compromiso del ayuntamiento y exige por su colectivo "dignidad para poder bañarnos y disfrutar de la playa como cualquiera otro ciudadano".

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