Barcelona, su área Metropolitana y Lleida, al igual que Madrid, no avanzarán ahora a la fase 3 de la desescalada, ya que han optado por no remitir la propuesta para superar la fase 2 al Ministerio de Sanidad. Finalmente, esperarán a la próxima semana para dejar atrás la fase 2, la última en la que el control de la epidemia de la Covid-19 se realiza según las normas del gobierno español.
De este modo, no asumirán la gestión de la desescalada, que en la fase 3 pasa a manos de la administración autonómica, sino que la recibirán cuando finalice el periodo de vigencia del estado de alarma, a partir del 21 de junio.
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, se había mostrado partidaria de avanzar de fase el próximo lunes, día 15, y el gobierno catalán no había descartado pedir que Barcelona, su área metropolitana y Lleida dieran ese paso, aduciendo que consideraban "controlados" los brotes de Lleida y "muy buenos" los datos barceloneses.
Sin embargo, el jefe de Epidemiología del Hospital Clínico de Barcelona, Antoni Trilla, que ha asesorado tanto al gobierno español como al catalán, defendió que era "mejor y más prudente" que esas zonas permanecieran en la fase 2 hasta el 21 de junio.
