Sos Costa Brava ha retomado, este sábado, bajo el lema 'Sos Costa Brava sale del confinamiento', las acciones de protesta contra las operaciones urbanísticas que destruyen el paisaje y el ecosistema local y han organizado concentraciones ante los consistorios de Begur, Palafrugell y Palamós. Los ecologistas han denunciado que numerosos proyectos de urbanización se han continuado aprobando y publicando en varios consistorios de la Costa Brava durante el confinamiento y avisan de que "puesto que las grúas no se paran, ¡nosotros tampoco!".
En la acción celebrada ante el ayuntamiento de Begur, Eduard de Ribot, abogado de Sos Costa Brava, afirmó que hay una emergencia climática y que hay "un coronavirus en el litoral, en la Costa Brava, que se llama urbanizar y edificar en los bosques de pinos, encinas y alcornoques". Y exigió que los ayuntamientos luchen contra este 'coronavirus climático'. Cristina Badosa, miembro de la plataforma, denunció que "la Costa Brava sigue en peligro y que ni el estado de alarma y de emergencia sanitaria derivada de la Covid-19 ni la gran emergencia climática han servido para modificar el urbanismo y para parar o reconducir la construcción en el litoral gerundense". Lamentó, además, que "las cosas continúan igual y que todas las obras se están acelerando".
Begur es una de las poblaciones más perjudicadas por las urbanizaciones que no han sido incluidas en la moratoria de obras en el litoral de Girona aprobada por el departamento de Territorio y Sostenibilidad el año pasado. Desde hace días se han reemprendido los trabajos de construcción de los chalés de las promociones Jardins de Sa Riera Living, la cantera de s'Antiga y el sector de Montcal. En Palafrugell, las urbanizaciones denunciadas por los ecologistas afectan Agua Xelida, la montaña de San Sebastià, CapRoig y El Golfet, y en Palamós, la Pineda de'n Gori. Otras poblaciones afectadas por las obras denunciadas por los ecologistas son Llançà, Cadaqués, Pals, Pau, Tossa de Mar y Santa Cristina d'Aro.
