Los ríos de la zona del Baix Ter (Girona) han registrado importantes crecimientos de sus caudales a raíz de las lluvias persistentes de las últimas horas. Estas mismas lluvias han provocado afectaciones a una veintena de carreteras catalanas.
En Girona se han producido 14 afectaciones. La C-31 está cortada en Ullà por inundaciones, la N-260 está cortada en Portbou por obstáculos a la vía, la GIV-6321 está cortada en Albons por desprendimentos, como también lo está la GI-682 en Sant Feliu de Guíxols, y la GIV-6226 está cortada en Garrigàs por inundaciones.
También la GIP-5129 está cortada entre Vilafant y Borrassà por inundaciones, la GI-682 está cortada a Blanes por desprendimientos, la GI-643 está cortada en Serra de Daró por inundaciones, la GI-542 está cortada en Osor por desprendimentos, y la GIP-6021 está cortada en Peralada por inundaciones.
Otras afectaciones son que hay un carril cortado en la C-25 en Arbúcies y en la GI-682 y en la GI-681 en Tossar de Mar. Y que se tiene que circular con precaución en la GIV-6322 entre l'Escala y Albons.
También hay afectaciones al tráfico en la BV-2041 que está cortada por desprendimentos en Gavà, lo mismo que la BV-2425 en Gelida y la GI-542 en Osor. Por inundaciones están cortadas la C-31 en Ullà, la C-35 en Fogars de la Selva y la GI-653 en Serra de Daró.
Protección Civil pide prudencia en los ríos, especialmente al Baix Ter. Se ha superado el umbral de peligro en el Onyar, en Girona, y en el Daró, en la Bisbal de l'Empordà. También se ha pasado el de alerta en el Llobregat, en Sant Vicenç dels Horts. En la Tordera, y en la riera del Carme, en la Pobla de Claramunt.