Un tribunal de primera instancia de Bruselas ha archivado la demanda civil que presentó en 2018 el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont contra el magistrado instructor de la causa del procés en el Tribunal Supremo, Pablo Llarena, a quien acusaba de falta de imparcialidad y de vulnerar la presunción de inocencia.
En la resolución, conocida este martes pero adoptada el pasado 27 de marzo, este tribunal se declara incompetente para resolver la demanda y evita entrar en el fondo del caso, aduciendo que las manifestaciones públicas de Llarena sobre el procés se produjeron debido a su condición de magistrado, por lo que el tribunal considera que a Llarena le ampara la inmunidad de jurisdicción, en virtud de la cual un estado no puede juzgar a otro, ni a sus órganos.
Llarena negó que los dirigentes del procés encarcelados fueran "presos políticos" y Puigdemont pretendía obtener una sentencia condenatoria contra él, además del pago simbólico de un euro como indemnización. El expresidente catalán, que tendrá que asumir el pago de las costas judiciales, planteó esta demanda hace 20 meses, cuando la causa del proceso se encontraba en fase de instrucción, para conseguir la recusación de Llarena.
Puigdemont, actualmente eurodiputado, también ha recibido la negativa del mismo tribunal belga a la posibilidad de plantear una cuestión prejudicial al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) de Luxemburgo, con la que quería obtener un pronunciamiento sobre la competencia de la justicia belga en este caso.