El coronavirus dispara los precios de las naranjas y los limones

Las informaciones que corren por Internet que la vitamina C podría prevenir el contagio ha hecho que se incremente el consumo de cítricos
Una mujer en un supermercado

Las naranjas se han convertido en el nuevo papel higiénico. Los carros de la compra en los supermercados van llenos de esta fruta que a pesar de haber subido el precio se ha convertido en el nuevo producto estrella del mes de abril. Los cítricos (naranjas, mandarinas y limones) han subido su precio de venta hasta convertirse en el producto que más se ha encarecido de la cesta de la compra, después de que se haya instalado el convencimiento que estos productos hacen frente al coronavirus.

La mandarina, según el Índice de Precios en Origen y Destino de los alimentos (IPOD), se compra a 0,33 euros por kilo al agricultor y se vende a una media de 2,55 euros en las tiendas, lo que representa multiplicar por 7,73 su valor. Es decir, una diferencia porcentual de precio entre origen y destino del 673%. Un caso similar es el de las naranjas que se compran al agricultor a 0,27 euros y se venden a una media de 1,82, es decir una diferencia del 574%. Fuentes de Mercabarna afirman que "la gente se ha lanzado a comprar naranjas y limones, y es lo que ha provocado que subieran de precio".

El omnipresente ajo ha experimentado una subida parecida y lo encontramos a 5,64 euros el kilo en los estantes del súper mientras al agricultor le pagan 0,88 céntimos. Alcachofas y coles continúan la escalada de precios con aumentos del 88%, situándose a 3,50 euros por kilo. Las berenjenas, pero, tienen un precio muy fluctuante y ha multiplicado su precio por 10, con oscilaciones entre los 3 y los 5 euros por kilo que pagan los consumidores. Pimientos y tomates, ya caros habitualmente, continúan escalando y han aumentado su precio un 25%.

Desde Mercabarna dicen que "no se están consumidos frutas exóticas, como mangos y piñas, que principalmente se vendían en la restauración. La gente está mucho más conservadora a la hora de comprar y se vuelve a la patata, la cebolla, la manzana y las peras que son productos de larga vida, y claro, los plátanos que son un producto comodín". La realidad es que la demanda de fruta ha caído entre un 10 y un 20%.

Por lo que respecto al pescado fresco ha experimentado una gran subida de precio, por ejemplo el bogavante que de estar a 18 euros la pieza ha pasado a 28 euros. La razón principal es que los mariscadors gallegos han suspendido la actividad puesto que los restaurantes que son los principales consumidores están cerrados y hay poca oferta. Las cofradías catalanas están en puerto igual que las norteñas y se ha reducido mucho la pesca.

Desde el mercado del pescado de Mercabarna aseguran que "esto quiere decir que en verano habrá mucho pescado azul, y muy bien de precio, porque ha migrado y se está reproduciendo sin que nadie lo pesque", añadiendo que la venta ha caído más del 50% porque "las familias compran congelado, más fácil de almacenar y de consumir".

Un dato curioso la encontramos, también, en la venta de flores. En el mercado de la flor en Cataluña que está cerrado desde el inicio de la pandemia sólo subsisten aquellas empresas que se dedican a la venta en linea y, sobre todo, a la flor funeraria.

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