Carles Puigdemont llegó a la alcaldía de Girona en 2011 después de ganar las elecciones por delante de Anna Pagans (PSC). Pero los resultados fueron muy ajustados. El entonces candidato de CiU tuvo 10 regidores, cuatro más que cuatro años antes. Pagans, por su parte, perdió tres, ya que pasó de 10 a siete. La gran sorpresa la dio el Partido Popular. En una plaza muy difícil para el PP, quedó tercero con tres regidores, los mismos de la CUP, que se comió el espacio de ERC, que quedó fuera del consistorio, mientras que ICV se quedaba en sólo dos regidores.
Entonces, Puigdemont tenía que optar por un socio: o la CUP o el PP. Finalmente, después de las negociaciones con Enric Millo, gobernó sus primeros cuatro años con los populares. Millo sería el delegado del Gobierno español durante los hechos de otoño de 2017 y pasaría a ser vilipendiado por el independentismo.
