A los ciudadanos con discapacidad les sale más caro vivir en Barcelona

Las personas discapacitadas pueden llegar a gastar hasta 41.200 euros más que el resto de ciudadanos para mantener los estándares de vida
Una ciudadana en silla de ruedas en Barcelona

Las personas con discapacidad funcional gastan hasta 41.200 euros más al año que el resto de ciudadanos de Barcelona para mantener los estándares de vida de su entorno inmediato. Tener una discapacidad sale muy caro en la ciudad, esto es el que se desprende de un informe, pionero en Cataluña y el resto de España, que ha reflejado los costes, de más, que asumen las personas discapacitadas. El informe ha sido elaborado por el Comité Catalán de Representantes de Personas con Discapacidad (COCARMI) y el Instituto Municipal de Personas con Discapacidad (IMPD), y ha contado con el apoyo de la Escuela Superior de Comercio Internacional de la Universitat Pompeu Fabra.

En Barcelona hay más de 137.000 personas con una discapacidad reconocida, y son el 8,5% de la población. Estos ciudadanos, que tienen una tasa de actividad laboral muy por debajo del resto, tienen que gastar mucho más por su día a día. El informe ha tenido en cuenta tanto los costes directos como los indirectos, a guisa de ejemplo los directos serien todos aquellos derivados de la atención que tienen que recibir o de la adaptación de sus viviendas, mientras que los indirectos son aquellos derivados de la carencia de oportunidades laborales o un menor nivel de estudios.

El papel de la mujer, como cuidadora principal que ha dejado de trabajar o ha reducido su jornada para hacerse cargo de la persona con discapacidad también se ha contemplado en el informe. Un hecho que todavía ensancha más la brecha económica. El sobresfuerzo económico se ha cifrado entre 17.700 y 41.200 euros anuales, un coste que se incrementa según la necesidad de apoyo que tenga la persona e incluso su edad. El informe recoge, por ejemplo, que las personas mayores de 65 años tienen que gastar 4.000 euros más que la población de menos edad.

El informe también ha establecido diferentes perfiles de discapacidad: física, intelectual, visual, auditiva y trastorno mental. Se da la circunstancia que los discapacitados físicos tienen un agravio económico de hasta 95.312 euros por la necesidad de adaptar sus viviendas, pero les siguen las personas con un trastorno mental, con 83.556 euros.

Las asociaciones de discapacitados piden al Ayuntamiento de Barcelona que vaya más allá de cifrar el agravio económico y que aplique políticas públicas efectivas para poder compensar esta situación, como por ejemplo incluir la discapacidad como una variable en las políticas de tarifación social o tener en cuenta la edad cuando se calcula, huyendo de políticas de homogeneización de las ayudas. También se pide hacer actuaciones en clave de género, por qué la mujer acostumbra a coger el rol de la cuidadora principal de una persona con discapacidad. En Barcelona sólo el 21% de personas del colectivo de discapacidad tienen el reconocimiento que contempla la Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas en Situación de Dependencia.

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