El consejero de Interior, Miquel Buch, ha negado categóricamente que exista connivencia entre los Mossos d'Esquadra y perpetradores de actos violentos: "A diferencia de lo que algunos han explicado, los Mossos d'Esquadra no tienen ningún tipo en connivencia con personas violentas".
Por su parte, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha negado "absolutamente" que policías infiltrados hayan provocado disturbios, como han denunciado algunos medios y usuarios de redes sociales a partir de fotos y vídeos.
Buch, en su comparecencia ante la prensa de este viernes, ha dicho que las imágenes en las que se ve a un agente de los Mossos hablando y dándose un apretón de manos con uno de los manifestantes de ultraderecha, la pasada noche, muestran tareas de mediación de la policía catalana. El consejero también ha destacado que los disturbios fueron menos numerosos anoche, aunque más violentos.
En cuanto a los efectivos policiales dedicados a contener la presencia de concentraciones de ultraderecha españolista, ha explicado que los criterios del operativo dependen de los Mossos, instando a respetarlos, que los agentes desplegados eran "los que estaban disponibles", y que los de la Policía Nacional efectuaban "otros trabajos". Además, ha recordado que los Mossos no pueden disponer de todos sus agentes porque tienen de heridos.