Pablo Llarena, el magistrado que instruyó la causa sobre el procés en el Tribunal Supremo, ha reactivado este lunes una nueva órden europea de detención contra el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, esta vez reclamándolo por los delitos de sedición y malversación.
Llarena esgrime que la imputación fue lo que propició la fuga de varios miembros del gobierno catalán en 2017 y argumenta que las condenas dictadas por la sala segunda del Supremo, de hasta 13 años de prisión para la exvicepresidente Oriol Junqueras, pueden provocar que ahora se marchen fuera de la Unión Europea, a países sin el compromiso de cooperación judicial existente entre los socios comunitarios.
A pesar de ello, la euroorden sólo se ha reactivado este lunes contra Puigdemont, però no contra los otros exmiembros del gobierno que se establecieron en el extranjero para evitar la acció de la justicia española, los consejeros Lluís Puig, Meritxell Serret, Toni Comín y Clara Ponsatí, y las exdiputadas Marta Rovira (ERC) y Anna Gabriel (CUP).
Llarena retiró las órdenes de detención emitidas al extranjero después de que Alemania y Bélgica le denegaran la entrega de Puigdemont y sus exconsejeros por el delito de rebelión, si bien un tribunal regional alemán aceptaba entregar a Puigdemont a España por el de malversación.