Los Mossos tienen prohibido escoltar a Puigdemont incluso de vacaciones

La dirección de la policía catalana no da permiso a los agentes para que vayan a Waterloo en su tiempo libre
Carles Puigdemont recibiendo honores de los Mossos cuando era presidente

Los agentes de los Mossos d'Esquadra tienen prohibido ir a hacer de escoltas de Carles Puigdemont a Bélgica. La jefatura de la policía catalana ha prohibido que, como se estaba haciendo hasta ahora, en periodo de vacaciones o días de fiesta algunos agentes fueran a Waterloo a proteger al expresidente de la Generalitat.

Tal como avanza El País, el punto de inflexión que ha llevado a los mandos ha prohibir taxativamente esta actividad fue el hecho de que un mosso fuera el que conducía el coche de Puigdemont cuando este intentó acudir al Parlamento Europeo en julio pasado.

A pesar de que la dirección de los Mossos ha dado órdenes claras sobre el tema, desde el departamento catalán de Interior no se han querido pronunciar alegando que lo que hagan los agentes en sus horas libres no es asunto de la consejería.

Fue el intendente que dirige la unidad de escoltas (Área Institucional de Seguridad), Marc Caparrós, quien a finales de julio comunicó a los mossos que hacen escoltas al presidente, expresidentes y la consejería de Presidencia que "se han acabado los viajes" a Bélgica en días de fiesta acumulados y vacaciones.

Además de las consecuencias penales para los agentes, otro argumento de peso es el malestar del Ministerio del Interior por el hecho de que mossos dieran seguridad a un prófugo de la justicia. De hecho, el ministerio que dirige en funciones Fernando Grande-Marlaska denegó la petición formal de la Generalitat de que los Mossos d'Esquadra escoltaran oficialmente al expresidente Puigdemont en Bélgica.

Las alarmas saltaron hace dos años cuando Puigdemont huyó a Bélgica escoltado por el mosso de Escuadra, Lluís Escolà. Este agente de la policía de la Generalitat ayudó el expresidente a huir el día siguiente de la declaración simbólica de la independencia y aprovechó sus días de vacaciones para quedarse con él en Bélgica.

Se da la circunstancia que cuando Escolà volvió a Cataluña, ya con el artículo 155 de la Constitución en vigor, se le abrió un expediente disciplinario. Después el nuevo gobierno catalán, ya con Quim Tuesta como presidente lo nombró asesor del departamento de Interior, cargo del cual cesó en marzo según fuentes policiales por voluntad propia.

Las tareas de proteger a Puigdemont se las fueron repartiendo una quincena de mossos de manera voluntaria. La postura oficial de la Jefatura de los Mossos es que es Bélgica quién tiene que evaluar si el expresidente catalán necesita protección y actuar en consecuencia. La oposición ha criticado sistemáticamente al consejero de Interior, Miquel Buch, por permitir que los agentes se desplazaran en Bélgica.

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