Siete de los nueve independentistas miembros de los Comités de Defensa de la República que fueron detenidos por la Guardia Civil este lunes han pasado la noche en la comandancia que el cuerpo militar español tiene a la localidad de Tres Cantos, en Madrid.
Los detenidos están siendo investigados por los delitos de rebelión, terrorismo y tenencia de explosivos, y dos de ellos fueron puestos en libertad a las pocas horas. La mayoría de los arrestos se hicieron en Sabadell (Vallès Occidental) pero también los hubo en municipios de las comarcas del Vallès Oriental y Osona.
Los siete que continúan bajo custodia de las fuerzas de seguridad españolas tendrán que prestar declaración ante el juzgado de instrucción número 6 de la Audiencia Nacional.
En condiciones normales la ley establece que lo tienen que hacer en un plazo máximo de setenta y dos horas, es decir, como máximo el próximo jueves, pero en caso de acusación por delitos de terrorismo, como las que pesan sobre los miembros de los CDR arrestados ayer, la legislación española permite ampliar hasta cinco días el plazo para pasar a disposición judicial y, además, los detenidos podrían estar cercados y en régimen de incomunicación hasta trece días.
El portavoz de Alerta Solidaria, Xavier Pellicer, ha explicado que los abogados todavía no han podido ni hablar con los siete miembros de los CDR detenidos. En entrevistas a varios medios de comunicación, el portavoz de la organización que se encarga de la defensa de los independentistas detenidos ha denunciado una "guerra sucia comunicativa".
En este contexto, Pellicer ha lamentado que la Audiencia Nacional actúe para perseguir delitos futuros que todavía no han pasado y lo ha enmarcado en la creación de un "relato de criminalización que tiene poco a ver con la realidad".
