El pleno del Ayuntamiento de Tossa de Mar ha decidido descartar el proyecto de puerto deportivo que había impulsado la anterior alcaldesa, Gisela Saladich (Independents de la Selva), y ha dejado sin efecto el convenio de 2012 pactado con los promotores.
Este controvertido proyecto de más de 33.000 metros cuadrados pretendía levantar un hotel de cinco estrellas, chalés de lujo y un hospital, además de totalizar 400 amarres.
El regidor de Urbanismo, Ramon Gascons, ha etiquetado de "innecesario y contrario a los intereses medioambientales" el proyecto, ya que "su contenido no respeta los principios de protección de la calidad ambiental que tienen que regir las actuaciones con incidencia en el medio natural".
La justicia suspendió la consulta que se tenía que celebrar en 2016 para los vecinos se pronunciaran el destino del puerto, porque que no se pidió permiso al gobierno de España para votar. El Parlamento de Cataluña, en 2017, aprobó una propuesta para instar al gobierno a proteger la zona de Es Codolar e impedir la construcción del puerto. El propio Gascons ha recordado que la Generalitat acabó rechazando el proyecto.
