Saber la verdad

Javier Cercas se me ha adelantado esta semana. Dedica su columna de El País al tema que yo quería tratar hoy. El de cómo de difícil es discernir qué es verdad tal y cómo tenemos el mundo de los medios de comunicación ahora. Y aprovecho para robarle un par de las informaciones que aporta en su artículo. Cita a la periodista Anne Applebaum que explica que en Estados Unidos los que sólo ven la Fox y los que sólo ven la CNN no pueden entenderse entre ellos. Viven en mundos diferentes. Y también dice que en Polonia pasa lo mismo con los que se informan a través de la televisión pública y los que no la miran. La televisión pública polaca emite pura propaganda del gobierno, dice Appelbaum. En Catalunya ya hace años que sabemos de qué va esto.

Ya conocéis aquel dicho de que "en este mundo traidor nada es verdad y nada se mentira, todo depende del color del cristal con que se mira". En Catalunya, como en los Estados Unidos o Polonia, los cristales a través de los cuales miramos la realidad la distorsionan y hacen que cada colectivo se obsesione con una única verdad, la suya. Aquí tenemos la particularidad de que la sociedad está partida prácticamente por la mitad. Unos la ven de color amarillo y los otros, no.

Cercas se pregunta como se puede rehacer esta situación endemoniada. Y afirma que "sólo unos medios libres, valerosos e independientes pueden hacer este trabajo, devolviéndonos la posibilidad de mantener la conversación que necesitamos con urgencia".

¿Existen estos medios? ¿Podrían existir caso d que alguien los quisiera promover? La cosa no pinta fácil. La confrontación abierta vende más. Las mentiras espectaculares atraen más que las verdades repletas de matices.

En los actos en memoria de las víctimas de los atentados del 17 de agosto de 2017 en Barcelona y Cambrils había personas que llevaban camisetas con frases reclamante 'saber la verdad' de estos hechos. Aquella figura misteriosa que llaman CDRs convocó una concentración ante la basílica de la Sagrada Familia para denunciar que se está escamoteando esta verdad, que a su entender es que los servicios secretos españoles promovieron el atentado para intentar impedir la celebración del referéndum sobre la independencia convocado por el gobierno de la Generalitat para un mes y medio después.

La verdad se nos escapa de las manos. Y la necesitaríamos. En las guerras la primera víctima es la verdad. Una BBC nos iría bien. A pesar de que Cercas recuerda que cometió el error de mantener la equidistancia entre las mentiras de los partidarios del Brexit y las verdades de los que defienden que el Reino Unido continue en la Unión Europea.

Pasqual Maragall pedía los medios que se mojaran. Que no valía no tomar partido ante falsedades e injusticias evidentes. La verdad nos hará libres.

¿Quién empieza?

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