El consejero catalán de Interior, Miquel Buch, ha afirmado en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que él no dio órdenes a los funcionarios públicos de Premià de Mar (Barcelona), cuando era el alcalde del municipio, para abrir los colegios electorales para hacer la consulta independentista del 1-O.
Miquel Buch ha afirmado que "el Ayuntamiento no tiene las llaves de los colegios", para añadir que no había un único responsable de las llaves de los centros escolares y que estas pueden estar en poder del personal docente, otras entidades o el personal de la limpieza.
La Fiscalía atribuye al consejero Buch los presuntos delitos de desobediencia y malversación porque durante la celebración del 1-O los colegios públicos de Premià sirvieron como colegios electorales para hacer la consulta.
Se da la circunstancia que la causa contra Buch por su papel en el 1-O como presidente de la Asociación de Municipios de Cataluña (AMC) ya fue archivada, a pesar de que la Fiscalía pidió reabrir el caso al considerar que Buch no había respondido en su papel de alcalde de Premià.