El incendio de la Ribera d'Ebre, que aún no está estabilizado este viernes por la mañana, suma 6.500 hectáreas quemadas, según el gobierno catalán, y los Bomberos de la Generalitat y el consejero de Interior, Miquel Buch, recomiendan extremar las precauciones este viernes porque esperan que sea el peor día de la ola de calor.
La última actualización de los Agentes Rurales, correspondiente a este jueves por la noche, cifraba la afectación en 5.169 hectáreas, y se espera una nueva estimación oficial durante las próximas horas.
Los Bomberos explican que durante la noche han logrado los objetivos que se habían marcado, que pretenden consolidar durante este viernes aunque se enfrentarán a condiciones que consideran extremas. Su objetivo este viernes es rebajar la intensidad del flanco norte del incendio.
400 efectivos de los Bomberos, la Unidad Militar de Emergencias (UME) y de las Brigadas de Refuerzo de Incendios Forestales (BRIF) han trabajado durante la noche y la madrugada. De momento, los Mossos d'Esquadra mantienen cortadas cinco carreteras, la C-12 entre Maials y Flix, la T-703 en la Palma d'Ebre, la C-233 entre Bovera y Flix, la T-714 en la Torre de l'Espanyol y la T-2237 entre Vinebre y la Palma d'Ebre.
En cuanto al incendio de la Fatarella, los bomberos lo dieron por controlado este jueves por la noche.
