LOS MENAS atemorizan Montjuïc

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La montaña de Montjuïc, en plena ebullición en sus jardines, es el pulmón verde que la ciudad necesita, pero esconde una cara muy oscura que los vecinos de la zona están hartos de denunciar. Las parejas ya no van tranquilas, la gente no sube sola a disfrutar de las vistas y si eres una mujer, correr por los jardines es meterte en la boca del lobo.

"La pasada semana una conocida mía estaba paseando alperro por Montjuïc y escuchó gritos de auxilio en inglés"; relata Olga una vecina de Poble Sec y miembro de la Asociación de Vigilancia Solidaria, un grupo de vecinos organizados que se dedica a denunciar, recogiendo con imágenes y videos, los problemas de la delincuencia en el barrio "Un chico magrebí, un mena, tenía contra el suelo a una turista y otro chico salía de atrás de los árboles", continúa explicando Olga, "Al ver a mi amiga y sobre todo al perro huyeron corriendo y no osaron hacer nada, pero estaban ya encima de la pobre chica".

Agresiones como las que relata Olga empiezan a ser demasiado frecuentes y han convertido Montjuïc en una zona a evitar. "Yo, ya no corro por la montaña" se lamenta Andrea, también miembro de la asociación "solo si voy acompañada por el perro o… por el gas pimienta". El miedo a ser atacados por uno de los menas que habitan las precarias barracas que se extienden por el regazo de la montaña se esparce boca-oreja. "No son solo menas, forman parte de las Tcharmile, es decir las bandas juveniles mafiosas como las Maras de Salvador o los Latin Kings" explica Andrea.

Hay que recordar que el pasado diciembre los mossos de esquadra detuvieron e ingresaron en un centro de menores a un mena, que estaba tutelado por la Generalitat pero que va se salió del sistema, como presunto autor de 7 violaciones en Montjuïc y Poble Sec.

Montjuïc se ha convertido en su refugio pero también en su centro de operaciones "están conectados a través de móviles y por eso se marchan cuando los avisan que hay agentes cívicos, urbana o mossos. Además, se puede ver como se cambian de gorra o camiseta para evitar ser identificados" nos explican desde la Asociación de Vigilancia Solidaria.
El modus operandi de estos chicos hace pensar en una banda organizada, que se extiende más allá de los robos "la mayoría van con muchachitas muy jóvenes que son abusadas y después prostituidas por ellos mismos o las usan para robar". En el video que nos han hecho llegar se puede ver con claridad como una chica, en los Jardines de Sant Pau del Camp, en Poble Sec, entra y sale repetidamente de uno de los lavabos públicos con grupos de cuatro chicos. "Esta chica iba completamente drogada y a pesar de que avisamos la policía nos comentaron que no había nada a hacer. Después estas chicas las dan por 10 euros a cualquiera, que hace con ellas lo que quiere. La prostitución exprés en Montjuïc está creciendo y está llena de chicas como esta. Para ellos, para los menas o los jóvenes de la Tcharmile, es el primer peldaño de la delincuencia".

A estos chicos, según Andrea es habitual verlos por las Fuentes de Montjuïc, esperando una presa fácil, como un par de turistas despistados. La montaña ofrece parterres, escondrijos, puentes, terraplenes… lugares ideales para hacer con cuatro lonas, unos cartones y tres mantas, una barraca improvisada donde poder refugiarse. A pesar de que la policía asegura que están controlados, los mismos vecinos de la zona afirman con rotundidad todo lo contrario. Aseguran que se esparcen por el parque, que cada vez hay más y que han convertido Montjuïc en un punto caliente de la delincuencia a la ciudad.

 

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