Los últimos acusados que han hablado en el último turno de palabra han sido los exconsejeros Santi Vila, Meritxell Borràs y Carles Mundó. La Fiscalía y la Abogacía del Estado los acusan de malversación y desobediencia al Tribunal Constitucional por haber convocado el referéndum del 1 de octubre. Los tres han hecho un llamamiento al diálogo y han reafirmado su inocencia.
El primero a declarar ha sido Santi Vila, que ha defendido que actuó siempre fiel en sus convicciones y también "fiel respeto a la legalidad y a la Constitución", una cosa que ha defendido "en privado y en público" a pesar de "los palos que ha recibido" por este motivo.
Le ha seguido Meritxell Borràs, exconsejera de Gobernación, que ha subrayado que el referéndum se hizo "sin ningún gasto público" para evitar "exponer a los funcionarios".
El último a hablar ha sido Carles Mundó, exconsejero de Justicia, que se ha referido al juicio del proceso como un "fracaso de la política" y ha criticado que se haya convertido "en un conflicto penal".
