Jordi Cuixart, presidente de Òmnium Cultural, ha hecho el alegato más político de todos los acusados. Ha asegurado que "volvería a hacer" todo el que hizo el otoño del 2017, ha hecho un llamamiento a la "movilización permanente", ha defendido la desobediencia civil, ha denunciado la "connivencia" entre el Estado y la extrema derecha y ha cargado contra el discurso de Felip VI en el cual avaló la violencia policial y anticipó la aplicación del artículo 155.
"Lo volveremos a hacer", ha apuntado, al mismo tiempo que ha insistido que se le juzga como presidente de Òmnium, el décimo de su historia.
Ha asegurado desde el primer momento que no pretende una "reducción de la pena", sino "reafirmarse" en los "derechos fundamentales". "Todo esto obedece a la voz de mi conciencia", ha asegurado Cuixart.
