La portavoz del gobierno catalán, Meritxell Budó, fue escogida de entre los leales a Carles Puigdemont y a Quim Torra al considerar que tenía aptitudes probadas para explicar mejor la acción del ejecutivo y mejorar la imagen pública ante la prensa.
Pero desde el Palacio de la Generalitat empiezan a pensar que fue un error. Fuentes de Presidencia cercanas al gabinete del presidente aseguran que no está cumpliendo las expectativas que Torra había puesto en ella.