El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, ha cerrado las jornadas del Círculo de Economía en Sitges sin citar ni el diálogo con Cataluña ni los pactos para la investidura y para formar gobierno.
El líder del PSOE, que justo celebra el primer aniversario de la moción de censura que lo llevó hasta la Moncloa, quiere ir con pies de plomo y no enseñar cuáles son sus cartas para no dar ningún paso en falso.
Este viernes, tanto el líder de Podemos, Pablo Iglesias, como el vicepresidente del Gobierno, Pere Aragonés, han desfilado por Sitges entonando discursos que interpelaban directamente el presidente español.
El primero emplazó el líder del PSOE a negociar un gobierno de coalición en España; el segundo, ofreció volver a las bases para un diálogo efectivo que los dos ejecutivos acordaron en la reunión de Pedralbes el pasado mes de diciembre.
Sánchez, pero, no ha abierto boca y ha centrado prácticamente todo su discurso en el ámbito económico y el papel de España en Europa. La única concesión ha sido una breve referencia a una España "unida en la diversidad" en una Europa donde no tiene sentido "levantar falsas fronteras".
