El Tribunal Supremo ha dictaminado que Endesa tiene que indemnizar a los afectados por el incendio de Gargallà (Berguedà), el 4 de julio del 1994, por una cifra que podría subir a los 70 millones de euros. El Tribunal Supremo ha tumbado el último "recurso por infracción procesal y de casación" interpuesto por la compañía eléctrica, en una sentencia que data del pasado 5 de abril.
El fuego quemó 19.000 hectáreas y causó cuatro muertos. El Supremo da ahora la razón a los afectados y coincide con los criterios de la Audiencia Provincial de Barcelona que en 2015 ratificaba la empresa como causante del incendio forestal que se inició a Gargallà el verano del 94.
El Supremo considera que la sentencia recorrida acredita "la caída de chispas" como causa del incendio y considera que hace "una extensa y profunda valoración" de uno de los testigos, que "sostuvo desde el primer momento haber observado casualmente desde su domicilio a Gargallà chispas -como de soldadura- provenientes de los cables conductores situados en los alrededores de su residencia".
El Supremo da valor a la prueba testimonial que indicó que los chispazos se iniciaron "a unos 7 o 8 metros" de "las mariposas de sujeción" del cableado y avanzaron "en dirección al campo de trabajo donde se inició el fuego, situado a unos 200 metros de distancia".
De los afectados, hay 117 propietarios que han cobrado o cobrarán las indemnizaciones de Endesa, pero doce han quedado fuera.
Durante el proceso judicial, han comparecido un centenar de propietarios agrícolas y forestales. Los afectados valoran positivamente el final del proceso, pero lamentan que la justicia haya tardado 25 años a resolver el caso de manera definitiva.