En la Costa Brava, todas las miradas están puestas en el consejero de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat, Damià Calvet. Su departamento ha dictado dos moratorias para la concesión de nuevas licencias de edificación que afectan a los 22 municipios del litoral gerundense. Esta medida es previa a la anunciada redacción del Plan Director Urbanístico (PDU) que tiene que regular las zonas donde, finalmente, se podrá construir.
Las dos moratorias han supuesto la paralización de proyectos que podrían comportar la construcción de 30.000 nuevas viviendas. En cambio, se ha permitido que continúen dos promociones inmobiliarias que levantan las protestas de los grupos ecologistas por los estragos que provocan en el paisaje de la Costa Brava: la urbanización Sa Riera Living, de Begur, y de Sa Guarda, en Cadaqués.
Además, esta semana, la comisión territorial de Urbanismo de Girona, con la participación del secretario de Hábitat Urbano y Territorio, Agustí Serra, ha acordado levantar esta moratoria de nuevas licencias urbanísticas en algunos suelos urbanos de cuatro municipios del litoral. Concretamente, se trata del núcleo antiguo de Cadaqués (Alt Empordà), la Vila Vieja de Tossa de Mar (Selva) y la zona de casas de pescadores del Port de la Selva (Alt Empordà). También se ha levantado la moratoria en tres suelos urbanos, La Lloia y Los Eucaliptos, del Port de la Selva, y Cala Margarida de Palamós (Baix Empordà).
Esperando la redacción y presentación del PDU, el vacío legal urbanístico que se ha creado en la Costa Brava con las dos moratorias y su levantamiento parcial en cuatro municipios es una situación muy peligrosa que puede favorecer todo tipo de jugadas especulativas. En este sentido, las entidades ecologistas recuerdan la estrecha vinculación del consejero Damià Calvet con el promotor inmobiliario Felip Massot, uno de los máximos exponentes del “sector negocios” de la antigua Convergència e íntimo amigo de Artur Mas.
Antes de ser nombrado consejero de la Generalitat, Damià Calvet trabajó en la empresa Vèrtix, fundada por Felip Massot, que ya ha hecho varias promociones inmobiliarias en el litoral. También construyó intensamente en Sant Cugat, municipio del cual Damià Calvet fue teniente de alcalde de Urbanismo.
Hay quien compara las “movidas” de Damià Calvet en la Costa Brava con el lobo a quien se encarga de cuidar las ovejas. El litoral de Girona se está convirtiendo en un gran Monopoly.
