El jefe de la Zona de la Guardia Civil en Cataluña durante el 1-O, Ángel Gozalo, ha afirmado que durante la jornada de la consulta independentista la actitud de los agentes de los Mossos d'Esquadra fueron desde una "actitud de pasividad" a, en algunos casos puntuales, mostrar "alguna resistencia".
Este teniente general de la Guardia Civil en su declaración en el Tribunal Supremo en el juicio a los líderes del proceso independentista ha afirmado que la "sombra de duda" sobre los Mossos d'Esquadra empezó en el mes de septiembre de 2017, cuando la Policía Nacional y la Guardia Civil participaron en operaciones relacionadas con la prohibición del 1-O.
Ángel Gozalo ha puesto dos ejemplos para argumentar las dudas hacia los Mossos, por un lado el registro en Unipost el 19 de septiembre, cuando los Mossos tardaron 40 minutos en responder a la petición de ayuda y todavía más en aportar efectivos, y por otro lado el asedio a la consejería de Economía el 20 de septiembre, cuando no intervinieron para acordonar la zona. Gozalo ha afirmado que fue después de estos dos incidentes cuando se dieron cuenta que algo estaba "fallando".
El teniente general Gozalo ha explicado, en su declaración que "la Guardia Civil tuvo un papel muy importante en el decomiso de material electoral. Esto provocó concentraciones ante los cuarteles", provocando presión contra los agentes y sus familias. Gozalo asegura que estas presiones se evidenciaron en una acción de vigilancia de acciones de la Guardia Civil en la sede de la comandancia de Lleida.
Volviendo a los hechos de la votación del 1-O, el entonces jefe de la Guardia Civil en Cataluña ha afirmado que no era muy frecuente que niños estuvieran en primera línia haciendo resistencia pasiva y que "era más frecuente la de personas de determinada edad con un grado de intensidad verbal considerable", añadiendo que "la resistencia pasiva mutó hacia una actitud más virulenta, incluso con el lanzamiento de objetos".
Gozalo también ha denunciado, en referencia a los agentes de los Mossos d'Esquadra, que "fue una constante en toda la jornada la no presencia en los puntos de votación o una presencia en número y equipamiento inadecuado. Estaban cómo si fueran unas elecciones normales".
