La perspectiva que Catalunya no disponga de unos nuevos presupuestos de la Generalitat y se tenga que gobernar con la prórroga de los anteriores ha hecho sonar todas las alarmas de las entidades que trabajan en el tercer sector social. La Confederación del Tercer Sector Social considera que las entidades que agrupa "no tienen margen para mejorar las condiciones laborales de sus profesionales y garantizar la calidad de la atención si no se actualizan las tarifas de los servicios que prestan, congeladas desde hace diez años". Esta Confederación es la organización empresarial que, desde hace más veinte años, representa a las entidades no lucrativas –asociaciones, fundaciones y cooperativas de iniciativa social- que prestan atención a las personas en ámbitos como el ocio educativo y sociocultural, la atención domiciliaria, las guarderías públicas,la intervención social con niños, jóvenes y familias y colectivos en riesgo de exclusión social, la discapacidad física, la discapacidad intelectual o la gente mayor, entre otros. Agrupa a unas 1.200 organizaciones, que dan trabajo a cerca de 95.000 personas.
"La preocupación es generalizada tanto entre los trabajadores como entre los equipos directivos y los máximos responsables de las entidades, representadas por la Confederación en las negociaciones con la Administración en cuanto a la colaboración público-social para la prestación de servicios de atención a las personas", afirma esta organización empresarial en un comunicado previo a una rueda de prensa que convocará en los próximos días.
Los sindicatos han anunciado movilizaciones de los trabajadores de entidades del tercer sector para pedir unas mejoras sociales que la Confederación considera que es incapaz de asumir. "La capacidad negociadora para lograr los objetivos de mejora que desea el sector es nula ante la imposibilidad de asumir nuevos incrementos de costes", se afirma en el comunicado de la Confederación. Por este motivo, piensa persistir en reclamar una mejora de la financiación pública del conjunto del tercer sector social a pesar de que los presupuestos del gobierno de Quim Torra no salgan adelante en el Parlament.
