La ex consejera de Trabajo, Asuntos Sociales y Familia, Dolors Bassa, ha afirmado que el referéndum del 1 de octubre no era ningún "acto concluyente". Bassa ha declarado en el juicio del proceso este miércoles por la tarde, después de que por la mañana lo haya hecho el ex consejero de Territorio y Sostenibilidad, Josep Rull.
Bassa ha manifestado que el referéndum fue "un acto más": "El consenso que se encontró mayoritario fue hacer un referéndum como una forma de compromiso institucional entre las instituciones y la ciudadanía. Por lo tanto, fue un acto más dentro de la legislatura. Nunca fue un acto concluyente, y menos para la independencia".
La ex consejera ha declarado que no vulneraron los mandatos del Tribunal Constitucional y ha argumentado que, con la ley del referéndum suspendida, entendía que había un "conflicto de intereses" pendiente de solucionarse, tal como había pasado con otras leyes.
Cómo han hecho otros acusados, Bassa ha remarcado que la declaración de independencia fue un acto político, que no se publicó en ningún diario oficial. Además, ha añadido que era "totalmente imposible" esquivar el control del Estado sobre las cuentas de la Generalitat y, por lo tanto, que hubiera malversación por haber destinado fondos públicos al referéndum.
Bassa ha comentado que, el fin de semana del 1 de ocubre, asumió la responsabilidad de los centros cívicos por la gran cantidad de actividades previstas y ante la inquietud de algunos directores.
La ex consejera ha diferenciado entre la huelga general y la parada de país que se convocó para después del 1 de octubre. Ha dicho que la Generalitat, como institución, se adhirió a la parada "tal como hicieron ayuntamientos como el de Reus o Terrassa, las patronales de Cataluña o sindicatos mayoritarios". Y que dictó servicios mínimos para la huelga porque, ha remarcado, era su obligación.
